El SEO o posicionamiento web se ha convertido en una de las principales armas con las que cuenta un consultor de marketing digital para obtener beneficios en la red. La razón es simple: cuando una web corporativa, tienda online o blog tienen algo que ofrecer al visitante potencial, el mundo de los buscadores como Google son la principal fuente de visitas.

En mercados como el español, donde el 98% de las búsquedas se realizan en google, la optimización interna y externa para ese buscador son la base de construir un modelo en el que la web o blog aparezca cuando se busca, y por tanto que pueda generar visitas.

 

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Beneficios del SEO

El primer beneficio del SEO es claro: podemos ser encontrados cuando alguien nos busca, y eso, en internet lo es todo. Atrás han quedado modelos como aquellos en los que se ofertaba masivamente un producto para ver quién era capaz de comprarlo. Hoy en día el modelo es justo al contrario; el cliente tiene una necesidad para la que busca una solución adecuada en Internet.

Es ahí, cuando el cliente está buscando esa solución, cuando nosotros debemos aparecer. ¿Dónde se busca fundamentalmente cómo satisfacer una necesidad en la red’ A través de buscadores, a través de Google. ¿Estamos nosotros en Google cuando debemos y como debemos? A esa pregunta es a la que debe responder nuestra estrategia de SEO o nuestra agencia SEO.

 

 

Cómo planificar una buena estrategia de SEO

La estrategia SEO parte de conocer nuestra presencia en Internet, sus objetivos, su macroentorno y su microentorno. A partir de aquí es fundamental conocerlo absolutamente todo sobre nuestra competencia y su estrategia, pero también sobre las necesidades de nuestro cliente potencial.

Es el cliente el que elige cómo y cuándo quiere comprar, y la ventaja que ofrece internet es que es un mercado abierto las 24 horas del día. Internet ofrece grandes ventajas, y el posicionamiento web nos da la oportunidad de que el cliente potencial pueda escoger nuestro producto o servicio dentro de la cartera de marketing digital.

Por mucha inversión y muy buena que sea una web, por muy adecuado que sea aquello que ofrecemos a nuestro cliente potencial, solo hay una diferencia entre cerrar una compra o no cerrala: el aparecer en los primeros puestos de los buscadores, de Google, o el estar condenados al ostracismo.